Se debe utilizar un procedimiento científico sujeto a reglas, centrado en el caso y no reducible al puro hecho de aplicar test, queda por plantear si este proceso no presentara variantes en función de las metas establecidas previamente a la evaluación.
Como sabemos la Evaluación Psicológica se realiza en función de cuatro agrupaciones o categorías de cuestiones, a saber: las de diagnostico, orientación, selección y tratamiento o cambio.
El Proceso: Su enfoque correlacional.
Consiste en el abordar este selección de datos de manera pertinente a través de una serie de técnicas, test o instrumentos, por medio de los cuales cumplir los objetivos del caso, llegando a unos niveles de probabilidad determinados, a describir, clasificar, seleccionar , orientar o recomendar un tratamiento.
Para un mayor orden se recomienda seguir los siguientes pasos:
Fase I: Especificar la demanda y fijar los objetivos del caso.
Fase II: Formulación de hipótesis y deducción de enunciados verificables.
Fase III: Contrastación Inicial
Fase IV: Resultados: Descripción, clasificación, predicción y toma de decisiones.
El Proceso: Su enfoque Experimental (Interventivo – Valorativo)
Cuando se esta frente a un caso que establezca modificación de conducta se requiere, explícita o implícitamente una explicación funcional del comportamiento, el evaluador ha de adoptar una variante del proceso en la que, a la hora de comprobar unas hipótesis funcionales, se exige una manipulación experimental
Nueve son los momentos o fases de la variante experimental del proceso:
Fase I: Primera recogida de información: Especificación de la demanda y del proceso.
Fase II: Primera Formulación de Hipótesis
Fase III: Contrastación Inicial
Fase IV: Resultados Iniciales
Fase V: Formulación de Hipótesis funcionales
Fase VI: Tratamiento: Recogida de datos pertinentes a las hipótesis y aplicación del tratamiento.
Fase VII: Contrastación de hipótesis y valoración del tratamiento.
Fase VIII: Resultados
Fase IX: Seguimiento
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